La primera mención oficial del nombre Dönnhoff se remonta a 1761, La familia Dönnhoff se enorgullece de llamar a Oberhausen an der Nahe su hogar. Desde Niederhausen hasta Schlossböckelheim, en los majestuosos paisajes del valle central de Nahe se situan sus viñedos. Desde el principio, Hermann Dönnhoff (1880-1953) centró su atención en plantar vides Riesling en viñedos preciados, El nieto del fundador de la bodega, Helmut Dönnhoff, asumió la responsabilidad de los viñedos y bodegas a partir de 1971 y allanó el camino para el éxito mundial, al establecer una calidad y estilo duraderos en sus vinos. En la actualidad su hijo Cornelius Dönnhoff, la cuarta generación, tiene ahora las riendas de la bodega.
La propiedad cuenta con 28 hectareas de viñedo en los pagos más reputados de la zona, cultivando en un 80% uva Riesling y diferentes variedades de Pinot en un 20%.
Sus pagos más importantes son: en Niederhausen el HERMANNSHÖHLE, venerado como el sitio mejor clasificado de Nahe. Orientado al sur con una gran pendiente y situado en un meandro del rio Nahe, le garantiza una perfecta iluminación durante todo el día. Sus suelos son principalmente pizarra gris negruzca mezclada con roca ígnea extrusiva, pórfido y piedra caliza. Los reputados vinos de este pago tienen la máxima expresión de “Terroir” y complejidad y profundidad, como ningún otro en esta denominación.
En Oberhausen el BRÜCKE, viñedo Monopol, una pequeña parcela de viñedo de 1 Ha, se beneficia de la influencia moderadora del río, creando un microclima especial, que protege las vides y promueve la floración temprana cada año, esto ofrece una largo ciclo de crecimiento para la uva Riesling de maduración tardía. La composición especial del suelo, de roca de pizarra gris cubierta por una capa de marga franca, asegura el suministro de agua adecuado, incluso durante los años de sequía. Estas condiciones dan lugar a vinos Riesling distintivos y elegantes, de gran estructura y concentración. Esta ubicación también es un escenario perfecto para que las uvas se congelen en la vid, condición necesaria para los exquisitos vinos de hielo (Eiswein), por lo que este pago está considerado uno de los mejores del mundo para este tipo de vino.
En Norheim el DELLCHEN, con un terreno de roca ígnea (pórfido y melaphyre), mezclado con pizarra gris. Tiene una pendiente extremadamente empinada y perfectamente orientada al sur. Protegidas por los acantilados circundantes, las uvas Riesling disfrutan de un tiempo en la vid extremadamente largo y año tras año logran niveles perfectos de madurez.
En Schlossböckelheim el FELSENBERG Un sitio muy antiguo y famoso, espléndidamente ubicado en una empinada ladera sur. Las vides crecen en condiciones extremas en suelos de pórfido volcánico degradado. El suelo pedregoso se calienta rápidamente durante el día, y ese calor produce sus Rieslings característicos con una acidez frutal y mineral picante, reconocidos internacionalmente Por último, En Roxheim el HÖLLENPFAD, Famoso viñedo de fuerte pendiente en un pequeño valle del río Nahe. La piedra arenisca roja y desgastada de los estratos de “Rotliegend”, les da a los vinos un carácter inimitable.
