Mosel

MOSEL (MOSELA)

La denominación estrella para la variedad Riesling. En su camino desde Francia hacia nordeste hasta su desembocadura en el Rhin, la Mosela ha dejado en la parte alemana más occidental un profundo valle con muchos meandros preciosos donde se producen vinos alemanes de Riesling de categoría internacional. Los rastros más antiguos de la vitivinícola alemana se encuentra en esta zona en ruinas de los romanos, que producían vino allí ya hace 2 milenios con gran éxito económico.

El suelo con fuertes inclinaciones (hasta 60 grados) es pizarra pura en todos los colores y tipos geológicos que existen de este terreno. Solo en los pequeños pagos en los meandros hacia el sur crecen los grandes Rieslings con producciones muy limitadas. 

En los vinos alemanes de esta zona,  domina este carácter mineral (ahumados, hidrocarburos) de una forma muy sutil en combinación de frutas verdes (manzana), fruta blanca (melocotón blanco o de viñedo), hierbas (menta, albahaca) y flores (lila, violeta, tila, bergamota) hasta frutas exóticas (mango) en sus zonas más cálidas.

Por esta complejidad única en el mundo la Riesling de Mosela con sus pequeños afluentes “Saar”  y “Ruwer” ha sido siempre desde hace siglos uno de los vinos blancos alemanes más prestigiosos y caros del mundo. Aquí se suelen producir sobre todo vinos con un dulzor evidente pero no dominante, siempre muy bien compensado por el acidez vibrante y el carácter mineral de su terreno pizarroso, hasta superdulces de gran concentración con el mismo equilibrio mágico. Todos estos vinos alemanes gozan de un envejecimiento casi eterno. A más concentración de azúcar y acidez más décadas pueden sobrevivir en buenas condiciones y con  evoluciones aromáticas muy sorprendentes.

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